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Desaparecerán tras curar la sartén, algo que
debes realizar antes de utilizar el producto por
primera vez; sigue las siguientes instrucciones.
Antes del primer uso
•
Lava y seca la sartén antes de utilizarla por
primera vez. Los restos de aceite alimentario
con el que se ha tratado previamente la sartén
ayudarán en el proceso de curado.
•
Para que la sartén no se oxide y para que los
alimentos no se peguen, se debe realizar el
proceso de curado. Con el proceso de curado,
los poros de la sartén se llenan de aceite para
formar un revestimiento protector.
•
Para curar una sartén de acero al carbono,
impregna toda la superficie con una pequeña
cantidad de aceite y ponla a calentar en
el horno o en una placa de cocina a una
temperatura máxima de 150 °C durante 1 hora
como mínimo. Deja que la sartén se enfríe y
retira el exceso de aceite. Si la sartén es nueva,
este proceso debe repetirse al menos tres
veces; después, solo será necesario repetir esta
operación de vez en cuando.
Mantenimiento y limpieza
•
Después de utilizarla, lava la sartén a mano con
agua y un cepillo. Es más fácil limpiarla cuando
todavía está caliente. Sécala bien después de
lavarla.
•
Para limpiarla, utiliza únicamente agua caliente.
No utilices detergente líquido, ya que puede
retirar la capa de grasa de la superficie de acero
al carbono que protege el material y resecarlo.
•
Para eliminar las manchas de comida, solo hay
que espolvorear un poco de sal en el fondo de
la sartén y frotarlo. La sal absorbe el exceso de
grasa pero dejando la cantidad justa para evitar
que la sartén se reseque.
•
Si la sartén se oxida, aparecen manchas
producidas por comida o un alimento se quema
y queda pegado, límpiala con un estropajo o
lana de acero y vuelve a tratarla.
•
Si no se trata adecuadamente, el acero
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