•
Bordes afilados: los fragmentos óseos o bordes afilados pueden perforar las barreras de
protección, algún vaso o los órganos abdominales y causar una lesión. Cualquier lesión
puede provocar una hemorragia, que, si no se controla, puede ser mortal. Tenga cuidado
con los posibles cambios en la posición relativa de los tejidos, vasos y órganos dentro de
la herida que puedan aumentar la posibilidad de contacto con bordes afilados. Antes
de administrar la Terapia V.A.C.
fragmentos óseos de la zona de la herida para evitar que perforen los vasos sanguíneos
u órganos. Siempre que sea posible, alise y cubra por completo los bordes residuales
para disminuir el riesgo de lesiones graves o mortales, en caso de que se produzca un
desplazamiento de las estructuras. Tenga cuidado de no dañar el tejido de la herida con
ningún borde afilado desprotegido al retirar los componentes del apósito.
Contenedor de 1000 ml: No uTILICE el contenedor de 1000 ml en pacientes con un
alto riesgo de hemorragia o en pacientes que no puedan tolerar una gran pérdida de
volumen de líquidos, entre otros, niños y ancianos. Tenga en cuenta el tamaño y el peso del
paciente, su estado, el tipo de herida, la capacidad de supervisión y el entorno asistencial antes
de utilizar este contenedor. Este contenedor se recomienda únicamente para su uso en asistencia
aguda (hospital).
Heridas de cirugía vascular en miembros inferiores: independientemente de la modalidad
de tratamiento, las complicaciones de las heridas derivadas de la cirugía vascular periférica,
especialmente aquellas en la ingle, no resultan infrecuentes y presentan riesgos de consecuencias
graves, incluida una pérdida de sangre importante derivada de la rotura del vaso.
Las infecciones de las heridas en la ingle pueden ser cada vez más difíciles de tratar debido a las
múltiples comorbilidades que presentan los pacientes que se someten a cirugía vascular, así como
a la gran variedad de organismos bacterianos resistentes en los centros sanitarios. Además, la piel
de la ingle es un importante reservorio de bacterias, por lo que las infecciones del lecho quirúrgico
son muy comunes en esta zona. Las infecciones derivadas de injertos vasculares constituyen un
grave problema y requieren una vigilancia más estrecha debido al riesgo de complicaciones.
La Terapia V.A.C.
puede utilizarse como complemento al tratamiento de infecciones y dehiscencia
®
en la ingle por cirugía vascular, tras la exploración quirúrgica, la irrigación, el desbridamiento y
la terapia antibiótica específica. Deberá vigilarse estrechamente al paciente para comprobar si
existe hemorragia en el entorno asistencial que el médico encargado del tratamiento considere
apropiado.
Para obtener más información sobre el modo de tratar heridas de cirugía vascular en los miembros
inferiores, consulte las Directrices Clínicas de la Terapia V.A.C.
, deberán eliminarse o cubrirse los bordes afilados o
®
®
122
.